EN PRIMAVERA

EN PRIMAVERA

En Primavera, 

cuando florecen las aliagas,

En Primavera
 murió mi madre

DESHOJAR LA MARGARITA

DESHOJAR LA MARGARITA

A mis años, como que no me excita

eso de “echar a suertes mi futuro”

no voy a   deshojar la margarita,

prefiero caminar con pié seguro

y en vez de  corredor, ser caminante

 y en vez de abrirme  paso en la espesura.

 avanzar despacito y con mesura

para ver lo que viene por delante.

Aunque a veces, confieso que quisiera

salirme del camino establecido,

pecar,  ponerme mundo por montera,

dejarme conducir por mis  latidos,

saltarme el “Que dirán” a la torera,

lidiar con el azar y lo prohibido,

echarme al ruedo, con o sin barrera,

y dar un capotazo enloquecido,

y en vez de caminar por carretera,

buscar campo  través nuevos caminos

aunque el polvo me ensucie los zapatos.

SONETO DE INVIERNO

TIERRA DE INVIERNO

En invierno la tierra está callada

No hagas ruido al pasar, que está dormida

Déjala descansar  bajo “la helada”

 Su letargo de escarcha, endurecida.

Aunque parezca yerta y desolada

No está muerta, tan solo está dormida

Porque el otoño la dejó preñada

Y  bajo la quietud, guarda  la vida.

Es tiempo de rumiar los pensamientos

  de la vida interior y el misticismo

Tiempo de reflexión, recogimiento,

Porque la tierra  helada y  silenciosa

 Invita a conversar  con uno mismo

Y tengo que contarme tantas cosas….

DESDE MI ALCOBA

DESDE MI ALCOBA

En la noche cerrada desde mi alcoba

con la luna apagada, miro "La Ronda”

la oscuridad más negra y aterradora

se ha tragado el “Vadillo” y solo hay sombras.

 ¡Que miedo sentiría si me encontrara

en mitad de la ronda, luna apagada!

..Me acurruco en mi viejo  colchón de lana

y me quedo dormido bajo las mantas                  

               Con la ventana abierta, noche cerrada.
               Con la luz encendida, luna  apagada.

                

REMINISCENCIAS DE VERANO

Reminiscencias  del Verano

  

Aquí , desde mi ventana

se ve el mar  tras las adelfas,

la brisa de la mañana

me trae aromas de higuera,

y  una corriente temprana

se cuela bajo la puerta.

Un haz de sol en mi cama,

café caliente en mi mesa.

Abajo el mediterráneo

detenido y silencioso.

y tras de mi sol temprano

Salvajes e  inaccesibles

en empinadas laderas

como elipses caprichosas

me saludan las chumberas.

Desconfía  la chicharra

cuando mis pasos se acercan

y se torna silenciosa

por no levantar sospecha.

Abajo, el  Mediterráneo,

mi sombra sobre la cuesta

y tras de mí, sol temprano.

Mis chanclas por el asfalto

de la carretera vieja

me llevan hasta la torre

que majestuosa espera,

…parece que me vigilan

detrás de aquellas almenas,

es un moro que custodia

a una cristiana princesa.

Abajo el Mediterraneo

inmerso  en sus pensamientos

embebido y extasiado.

EN LAS GUERRAS NADIE GANA

En Las Guerras Nadie Gana

Por  la cuesta silenciosa

que en el cementerio acaba,

cuando el “reló” estaba dando

las campanadas del alba,

bajaba entre  los castaños

olor  a fusil y a bala.

“Vengo de matar a un hombre

con las dos manos atadas

que la deuda que yo tengo

solo con sangre se paga,

 apenas tembló mi mano

cuando le di  el tiro e gracia”.

En la tapia de la muerte

mas muerte saltó la tapia,

Los cipreses se encogieron

cuando sonó la descarga.

 El pinar quedó en silencio

y no cantó la chicharra.


.-¿Ves? la sangre llama al odio

y el odio a mas sangre llama,
 no aprendemos que en las guerras 

todos pierden, nadie gana.

RAMAS RETORCIDAS

RAMAS RETORCIDAS

Aquí arriba en el collado

el viento nunca se calla,

el frio muerde la tierra

y un aire de mil navajas

silba por entre las grietas.

Aquí, los pinos mas fuertes

se doblegan y se gastan

y sus ramas retorcidas

parece que al cielo claman

como penas revenidas

que quieren salir del alma,

como raíces inversas

que en el sol buscan la savia.

Pino de las altas cumbres

Pino de las cumbres altas

me quiero quedar contigo

En  esta soledad callada

para fundirme en tu sombra

para beberme tu savia

abrazarme  a tu silencio

y retorcerme en tus ramas

y sentir lo que  tu sientes

y callar como tu callas.

Con unas hebras de luna

y siete agujas de escarcha

el viento de los collados

te está tejiendo una capa

con estampados de hielo

y  charreteras de plata

para arroparte los brazos

de noche cuando la helada,

y en una calesa de aire

tirada por siete jacas

voy a llevarte conmigo

mas allá de Majalasna

para subir a los picos,

sentir el viento en la cara,

bajar por las torrenteras

que vierten al Guadarrama

y cuando el viento ser duerma

en los pliegues de  la falda

sentarnos  junto al arroyo

para  escuchar en silencio

la cantinela del agua.