LE QUEDA POCO A LA TARDE
Le queda
poco a la tarde
el
frío la está apagando,
tan solo un vestigio breve
ceniciento,
triste y pardo.
A
poco se desdibuja
el contorno del tejado,
como si el fondo sombrío
se lo estuviera
tragando
y la tarde
moribunda
se diluye.
Vuelan grajos,
y esa campana lejana
parece que está llorando.
Desde un rincón, encogido,
envuelto en mis propios brazos,
miro el cielo taciturno
después de ponerse el astro
y pienso: ¡Qué aire tan triste
…como duele respirarlo!.
Esta noche va a ser larga,
lo presiento …
Y
mis dos manos
ya no cantan,
están mudas
calladas , como de
plástico,
mis dedos se quedan quietos,
ya se me están congelando.
… La tarde sigue cayendo
como una losa de mármol.
Santos Moreno
Me encanta.
ResponderEliminarYa te tengo por aquí también.
Besines.
Muchas gracias Belen, eres muy amable. Un beso
ResponderEliminarcómo duele ese verso taciturno, las tardes a veces nos asaltan y nos inmovilizan
ResponderEliminarme encantó el poema Santos, pero ese verso me heló
un beso y buen comienzo de semana
mil gracias por tus huellas
estuve buscando la entrada Noche en Túnez pero no aparece
cuantas veces he visto esas tardes interminables mejor no pensar en ellas,un saludo es genial.
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