martes, 8 de diciembre de 2015

A LAS CINCO EN PUNTO SONÓ LA CAMPANA



A LAS CINCO EN PUNTO SONÓ LA CAMPANA





En el camposanto no quedaba nadie
tan solo una vieja mascullando un rezo
la tarde de invierno envolvía las tumbas
y en la lejanía ladraban los perros.

El sepulturero cerró la cancela,
las doce bisagras chirriaron a un tiempo
luego el cementerio se quedó tranquilo
bajo  los cipreses místicos y esbeltos.

El sepulturero se fue caminando
entre los castaños del camino viejo
y todos los muertos se quedaron solos
solos con sus flores de escarcha y silencio.



Los últimos rayos del sol de la tarde
bañan los caminos del pinar de Enero
un olor a musgo mojado y a escarcha
envuelve la tierra dormida  de invierno.

Empieza el relente y en el horizonte
el aire se rasga en jirones de fuego
un frío afilado te corta la cara
y el camino rojo se va oscureciendo.

Las farolas tímidas anuncian la noche
como las primeras estrellas del cielo.
Una algarabía de voces lejanas
y un olor a lumbre, me llega del pueblo



Todo es alborozo llegando a la plaza,
de la balconada del ayuntamiento
la megafonía con sabor antiguo
repite los mismos  villancicos viejos

en los soportales las arcadas llenas
de voces alegres, la hoguera en el centro,
sobre los balcones colgantes banderas
y en los alerones chorlitos de hielo.

Hablan las zambombas en torno a la lumbre,
la música manda, alguien grita ¡ Hierro ....!
Son los villancicos que  elevan el alma
y llevan las voces de la tierra al cielo.



La noche se gasta, parecía larga
pero como el fuego se va consumiendo,
sólo los rescoldos de la madrugada
cada vez mas fría y mas en silencio.

La escarcha se vierte sobre los guijarros,
la noche está rasa y Orión en el cielo.
A las 5 en punto  de la madrugada
sonó el campanillo que llama a los rezos

Y pensé…¡Qué solas se quedan las tumbas!
Y pensé... ¡Qué solos se quedan los muertos!.


Santos Moreno


Inspirado en la "Rima LXXIII" de G.A. Bécquer.